Este mes estuvo en La Coruña la conocida cake designer portuguesa Teresa Henriques. Increíble. Bajo su batuta, es fácil hacer cosas tan maravillosas como esta tarta de bodas. Todo es comestible, salvo un par de palillos que unen a los novios con la tarta. Fue muy divertido crear las figuras. Mucho. Y la pasta de azúcar que nos sugirió, de su propia creación, que lleva chocolate, deliciosa. Fueron dos días muy agradables. Gracias a Teresa y a Mundoazúcar, que prepararon estas clases de dieciséis horas, dulcísimas y muy aprovechadas. Cada vez que pretendíamos poner en práctica una de las ideas de Teresa, ella ya estaba cuatro ideas más allá, modelando con esas manos maravillosas que Dios le ha dado.
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ohh,que bonita.
ResponderEliminaracabo de descubrir a travez de facebook que eres tu y tu blogs.
besicos
Me alegro de que te guste. Tengo aún muchas cositas más para poner en el blog, pero el tiempo es poco. A ver si cuando acueste a los enanos puedo poner algo más, o mañana como muy tarde.
ResponderEliminarTe quedaron bien monos esos novios!!! ahora a seguir practicando... besiños
ResponderEliminar¿A que no los conocías? Je, je. Bicos.
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