Su verdadero nombre es Sockerkringla. Son unos bollitos suecos para morirse. Es una receta que cunde muchísimo, que no he encontrado aún a nadie a quien no le guste y que sale bien ya desde la primera vez en que se hacen.
Cuando vi la receta por primera vez, ni lo dudé. Tenía que hacerlos. Y es que cualquier receta que firme Anita es un éxito seguro. Es una cocinera como conozco pocas. Muy aficionada al mazapán, una madre maravillosa, una compañera estupenda. En fin, que no se me ocurren más que elogios hacia ella. Anita es sueca, pero vive en Málaga desde hace mucho tiempo.
En fin, que sin más voy a compartir con vosotros las fotografías. Y después, la recetilla. Ay, probadla, de verdad. Y, por favor, si la hacéis comentadme qué tal.
- 25 gr. de levadura prensada.
- 125 gr. de mantequilla.
- 200 ml. de leche.
- 85 gr. de azúcar.
- 1 cucharada de azúcar vainillada.
- 2 huevos.
- 550 gr. de harina (si se hace con Thermomix, 9 cubiletes)
Para pintar:
- Mantequilla derretida.
- Azúcar.
PREPARACIÓN EN THERMOMIX:
Poner la mantequilla con la leche en el vaso y programar tres minutos a 40º si es la Thermomix 21 y a 37º si es la 31, en velocidad 1. Después, añadir la levadura y mezclar unos segundos a velocidad 5. Añadirle los azúcares, los huevos y la harina en dos veces. Primero se mezcla unos segundos a velocidad 5 y después se pone la otra mitad de la harina y se vuelve a mezclar otros pocos segundos también en velocidad 5. Programar a continuación tres minutos en espiga. Dejar levar en el vaso hasta que se sale por el bocal. Es una masa muy blanda y un poco difícil de manejar. Sacar a la mesa de trabajo enharinada y amasar de nuevo. Darle forma y ponerlos en una bandeja de horno cubierta de papel vegetal. Tapar con un trapo limpio y dejar levar hasta doblar el volumen. Hormear en horno precalentado a 250º, durante cinco minutos. Al sacarlos, sin perder más tiempo, pintarlos con la mantequilla y ponerles mucha azúcar por encima. Dejar enfriar en una rejilla.
PREPARACIÓN TRADICIONAL
Derretir la mantequilla en el microondas y añadirle la leche. Cuando esté templado, desmenuzar encima la levadura y disolverla en la leche mantecada. Añadir los azúcares, los huevos y la harina y amasar hasta que sea una masa homogénea. Igual la masa pide más harina. Poner lo necesario pero sin pasarse. Dejar levar hasta doblar el volumen. A partir de aquí, ya igual: volver a amasar, darle forma, poenr en una bandeja con papel vegetal, tapar con un trapo de cocina y dejar que doble el volumen, meter en el horno precalentado y cocer durante cinco minutos. Recién sacados del horno, calientes, pintarlos con la mantequilla derretida, cubrirlos con azúcar a rebosar y dejarlos enfriar sobre una rejilla.
CUIDADO, son peligrosos. Entran uno detrás de otro y como son tan suaves no nos damos cuenta de que van entrando hasta que se ve el fondo de la bandeja.
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