Para el cumpleaños de Brais, un compañero de mi hijo, la mamá me encargó una larpeira, que es muy típica de estas tierras. Ya he puesto fotos de alguna en el blog, incluso copié la receta. Pero no había puesto un casi paso a paso para explicar el problema de crecimiento que tengo yo con ellas. Me explico:
Después de amasarla, se pone en la bandeja de horno:
Éste es el momento en que se le hacen unos cortes, se pinta de huevo y se le ponen montoncitos de azúcar humedecida.
Luego hay que dejarla para que doble su tamaño. Ése es mi problema, que se me desboca y, si más grande fuera la bandeja del horno, más grande me saldría ella.
Tanto es así que en vez de seguir los dibujos previos al ponerle la crema pastelera con la manga tengo que ponerlos donde me parece, abriendo nuevos caminos.
Las dos fotos siguientes corresponden a la larpeira fuera del horno, tostadita, crecidita y con su crema pastelera. La diferencia entre ambas es que en la segunda ya está empapada con su almíbar. Rica.
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