Julia cumplió un añito. Es una niña muy guapa (tiene a quien parecerse porque su mamá, Susana, también lo es). Toda su familia se reunió para celebrarlo y la tía de mamá, Jero, me encargó esta tartita. Me pidieron que tuviera animalitos y a Hello Kitty.
Julia presidía la tarta. No sé si esto irá contra su pudor, pero quedó algo así:
La tarta tenía dos plantas. La de abajo era la que más me solicitan: de chocolate negro y rellena de ganaché de chocolate negro, embebida en un almíbar de limón y canela. El bizcocho de arriba era un Madeira Sponge Cake de fresa, relleno de crema pastelera sin huevo. ¿Y por qué sin huevo? Porque estas tartas no pueden ir a la nevera, por el bien de las figuras.
Gracias por los piropos!! Julia como todavía no ha entrado en la fase de las vergüenzas, y lo que le queda, se quedó tan pancha al verse retratada.
ResponderEliminarLa tarta, exitazo total. Tanto por la presentación, como por la materia prima. Nos encantaron los dos sabores. No sabríamos con cuál quedarnos!!
Gracias Victoria.
Un abrazo, Susana
Muchísimas gracias a vosotros por la confianza. Me alegro enormemente de que os gustara. Desde luego, la hice con todo el cariño del mundo, como puedes imaginarte.
ResponderEliminarYo sí sé con qué sabor me quedaría, con el de fresa. El chocolate negro y yo, aunque parezca mentira, no nos queremos nada nada.
Besos.