Vale, confieso. Estas pizzas no las he hecho yo. Han sido mis hijos. El mayor prepara la masa y luego yo las estiro y ellos las decoran.
La pizza lleva en la masa 200 ml. de agua, 50 ml. de aceite de oliva virgen, una cucharadita de sal, un cubito de levadura fresca de 25 gr. y 400 gr. de harina. Con esta masa dio para las dos pizzas que veis.
Sí, son dos. Con los mismos ingredientes pero hechas con dos pares de manos distintas. Si nos fijamos, podemos ver la diferencia. Es fácil, fijándonos en las aceitunas. La primera se metió rápido en el horno porque hay quien prefiere la masa fina. Tiene las aceitunas como flotando. La segunda se dejó levedar un poco antes de meterla en el horno, para quien prefiere la masa más tipo pan. La masa fue creciendo y las aceitunas acabaron casi integradas en ella. Es una lástima no tener ninguna foto de este segundo corte.
Los peques siempre están peleando. Tienen 4 y 6 años y no pueden estar separados pero tampoco juntos. Se quieren con locura pero juntos... a veces dan ganas de estrangularlos y otras de comérselos a besos. En fin, la única manera de que estén quietos, entretenidos y felices es ponerles a cocinar. Una cena de pizza nos garantiza un buen rato de paz y tranquilidad en la casa mientras la preparan y otro buen rato mientras la comen. Ellos felices y yo más.
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