jueves, 29 de abril de 2010

La tarta más elaborada y divertida que he hecho hasta ahora.
















Esta mañana terminé la tarta del Arca de Noé. Aquella de los animales de dos en dos. Me sentí como una niña jugando con plastilina. Me encantó hacerla. Y, algo que es siempre reconfortante, su nuevo dueño también estuvo encantado con ella. Lástima no tener unas fotos del corte. El bizcocho del arca y su relleno eran chocolate negro (una bomba) y la casetita de encima MSC. De unas veinte raciones bien completitas. Todo comestible salvo un par de palillos. ¿Qué opináis vosotros de ella?
En la primera foto se puede ver ya el efecto de agua con el pippin gel. Quedé contenta con el resultado.

martes, 27 de abril de 2010

¿Os apetece un café?


Hoy me espera, en principio, un día muy duro. Y tengo que sacar tiempo para terminar un par de regalos y un encargo. Nada mejor que un buen café para enfrentar un día así. ¿Se os ocurre qué puede llevar este café?

lunes, 26 de abril de 2010

Bob Esponja.


Lo más difícil de esta tarta fue que tenía dos pinches. Pobres. Querían hacerlo todo. Me moldeaban las distintas partes y las arreglábamos entre los tres. No sé si hacían algunas cosas mal a propósito porque entonces decían que no pasaba nada, que se las comían y desaparecía la prueba del delito. Probé una receta nueva. Era un Madeiran Sponge Cake de Tutti Frutti. Por cierto, el primer día estaba bueno, el segundo, riquísimo, el tercero delicioso y no sé cómo estaría el cuarto porque ya no sobrevivió.

Las pobres piernas casi no llegan a la foto. Ya las habían arrancado dos veces cuando logré colocarlas en un apuro y disparar. Y el cinturón pasó a mejor vida, en fauces hambrientas de tierno infante.

Una sencilla tarta con decoración de chocolate.


Mi madre estuvo de cumpleaños hace unos días. Como siempre suele suceder, en casa del herrero cuchillo de palo. No quería una tarta muy elaborada ni de fondant. Los nietos sugerían una tarta de Bob Esponja o una de Hello Kitty. Pero ella, con todo su derecho, la quería de nata y piña. Así fue. Una jugosísima tarta de nata y piña, una de las favoritas en casa, cubierta de nata. Pero había que darles el capricho a los pequeños, ¿no? Con un poco de chocolate de postres derretido, hice dos sencillos dibujos, de Bob Esponja y de Hello Kitty y escribí un buen deseo. Así quedaron todos contentos.

La tarta de Hello Kitty.











Como anunciaba, os pongo fotos de la tarta de Hello Kitty del cumpleaños de Laura. Su mamá me dijo que a ella las tartas que más le gustaban eran las de nata, pero quería algo de fondant. El primer problema es que el fondant y la nata son, en principio, incompatibles: uno no puede pisar la nevera y la otra tiene que estar dentro. Como también me había pedido que la tarta tenía que ser grande, decidí resolver la cuestión con dos tartas distintas pero complementarias. La cabeza de Hello Kitty era de chocolate y cubierta de fondant y el corazón era de nata teñida de rojo y rellena de frambuesa. Por cierto, las tartas se comieron enteras, aunque parecía que iba a sobrar mucho.




Lo primero que hicieron los niños presentes fue ir solicitando los bigotes, las flores, la nariz, los ojos y las manos de la pobre Kitty, que ya habia visto cómo la cumpleañera pellizcaba su oreja antes de soplar la vela. ¿Por qué les gustará tanto a los niños el azúcar?

viernes, 23 de abril de 2010

Nuestro primer plato de hoy: estrella de arroz rellena.


Estrella, corazón, círculo... cualquier molde vale para esta sencilla y resultona receta. Cocemos arroz en blanco. En este caso, 350 gramos. Una vez listo, lo ponemos en un colador grande y lo refrescamos bajo el grifo, a la vez que separamos los granos. Una vez realizado esto, ponemos en un molde, apretando bien, una capa de arroz. Después, el contenido de dos latitas de atún en aceite bien escurridas y mezcladas con tomate frito, otro poco de arroz, bien apretadito y entonces lechuga en juliana con mayonesa. Más arroz, apretar y voltear sobre un plato grande o fuente. Puede servirse así o cubierto de mayonesa, lactonesa, salsa rosa,... y decorarse con pimientos, aceitunas... De nuevo, imaginación al poder. Hoy fue así, pobre, por falta de tiempo.

Croissants de pizza




¿Quién definió una pizza como una superficie plana cubierta de ingredientes? Después de haberlas hecho redondas, cuadradas, con forma de Mickey Mouse,... de todas las formas que se me ocurrió, probé a hacerlas, con la ayuda de mis dos pinches de excepción, a enrollarlas en forma de croissant. Sólo hace falta preparar la masa de pizza en redondo, marchar 16 triángulos hacia el centro, poner un poco de relleno en el centro de las partes más anchas y enrollar. Quedan con una presentación excelente. Y admiten tantos rellenos como tipos distintos de pizza se nos puedan ocurrir. Éstos en concreto iban rellenos de tomate, mozzarella, bacon y aceitunas negras picaditas.

¿Salchichas con spaghetti o spaghetti con salchichas?





A veces es complicado hacer que coma un mal comedor. Esa es mi tortura diaria con mi hijo pequeño, así que a veces me veo obligada a hacer trucos como éste. Al final, siempre me salgo con la mía, ¡faltaría más! No pude evitar el hacer así las salchichas desde que le vi la receta a Alegna, una maravillosa cocinera portuguesa. Gracias de todo corazón.


De casta le viene al galgo







Buscando entre mis fotografías, encontré ésta del año pasado. Es de octubre, mes en el que Luis, mi hijo mayor, cumplió cinco años. Decidimos preparar un bizcocho de chocolate, rellenarlo de mermelada casera de frambuesa y ponerle una cobertura más festiva. Preparamos un fondant de nubes, unas mariquitas y unas hojas de azúcar y quedó esta tarta que él mismo pudo decorar. Luis es un amante de los animales impresionante. ¿A que le quedó chula?

Bizcocho con almendras y piñones




Buenos días. Aquí, con niebla y humedas pero buenos, después de todo.


Estoy entre fogones, haciendo una tartita de Hello Kitty que me han encargado para Laura, una niña guapísima, aunque demasiado tímida. En cuanto la tenga, os cuento la historia y os pongo alguna foto.


Ahora lo que vamos a hacer es "disfrazar" un simple bizcocho para que nos quede impresionante. Lo único que necesitamos para darle ese aire festivo y mejorar hasta el infinito el color es un huevo, dos cucharadas de azúcar y almendras o piñones, al gusto. El bizcocho de la foto lleva un puñadito de cada uno. Una vez que tenemos el bizcocho, aún en el molde (es para que no se caiga la cobertura, pero podemos devolverlo al molde una vez frío si es que el bizcocho no está recién hecho), batimos un huevo, le añadimos el azúcar y los frutos secos y lo vamos poniendo por la superficie, con una cuchara, repartiendo bien. Otro ratito al horno, con el gratinador, para que cuaje el huevo y ya está. Podemos espolvorearle azúcar por encima a mayores. Como siempre, todo va en gustos. Creatividad al poder. Nuestro bizcocho de almendras o piñones listo para conquistar. El sabor no tiene nada que ver con el del bizcocho desnudo.

jueves, 22 de abril de 2010

Nueva andadura: tartas por encargo.
















Junto con recetas de siempre y fotos que las vayan ilustrando, iré poniendo también las fotografías de mi último hobby-oficio: las tartas decoradas. Gustándome como me gustan la cocina y la decoración, decidí intentar que fuera algo más que un pasatiempo. Es un trabajo que me gusta, me da mucha satisfacción (y sí, lo reconozco, algún que otro quebradero de cabeza) y, sobre todo, me permite estar con mis niños. Aunque a veces sea una pesadilla tener a dos aprendices de cocinero intentando ayudar con todo.





El flan de Mikhail.


Tengo un amigo genial, divertido, simpático y... amante del flan de piña. Hace ya muchos años que hice por primera vez esta receta de nuestra común amiga Herminia y Mikhail aún me lo pide de vez en cuando.


Es una receta sencillísima pero con un resultado increíble. Cuando me la dieron dudé de ella (y eso que la receta vino acompañada de la muestra) porque en las cajas de gelatina dice que ésta no tendrá la consistencia deseada cuando se le añaden frutas tropicales y en el listado aparece la piña. Nada más lejos de la verdad.


Para realizar esta receta, necesitamos tan sólo una lata de piña en su jugo y una cajita de gelatina de piña, aparte de caramelo para el molde. La receta original llevaba la gelatina de limón, pero mi relación con los ácidos no es demasiado buena y me gustó más integralmente de piña.


Cogemos la lata de piña y separamos un cuarto de litro del jugo por un lado y un cuarto de kilo de rodajas por otro. Pasamos por la batidora las rodajas y ponemos en un cazo al fuego el líquido. Cuando el jugo hierva, se le añade la gelatina y se bate hasta que esté disuelta. Después, sólo hace falta mezclarle la pulpa de fruta y ponerlo en un molde caramelizado y meterlo en la nevera a enfriar durante unas horas.

Tengo que poner más recetas de Herminia, estupendísima cocinera, a la que debo muchos de mis dulcecitos.

Por cierto, Mikhail está de cumpleaños la semana que viene y nos ha invitado a comer. No sé qué llevaré de postre...

Mis comienzos con el fondant: Tartas payaso y "mardito' roedore'"




Nunca me había gustado la plastilina cuando era niña. Y tenía unas manos horribles para ella. Cualquier parecido de la figurita en cuestión con lo que quería lograr era cuestión de pura casualidad.



Hace dos años, mi hijo el pequeño cumplió uno, y quería algo especial para él (al mayor le había hecho un tren, con cuatro vagones de gustos variados y él era el maquinista). Al final, me decidí por una tarta de ratoncitos. El bizcocho tenía tres discos: uno natural, otro de chocolate y otro de plátano. La cobertura era fondant de azúcar y los ratones de mazapán. Todo comestible. Lo menos apetecible, los ojos y narices que eran lentejas y los bigotes que eran fideos, ambos crudos. Lo pasé como una enana haciéndola. ¿Será que llegó ahora mi infancia?

En el principio de los tiempos. Bizcocho de yogur.


Ya ha llovido desde la primera vez que hice un bizcocho de este tipo. Pero pensé que lo mejor era ir paso a paso. Este bizcocho nunca falla y puede aromatizarse de distintas maneras. La receta básica es la siguiente:
- 3 huevos.
- 1 yogur (a gusto, natural, de limón, de fresa, coco,...)
- 1/2 medida del yogur de aceite de girasol.
- 2 medidas de azúcar.
- 2 y 1/2 medidas de harina.
- 1 sobre de levadura.
Hay quien le pone una medida entera de aceite y tres de harina, pero a mí me gusta más así. Y está delicioso poniéndole un yogur de fresa y un par de cucharadas de cacao. O añadiéndole trocitos de manzana a la masa. Como éstas, cincuenta mil posibilidades.
Después no queda más que batir todos los ingredientes y poner el molde engrasado en el horno precalentado a 175º durante unos 35 minutos.
¿Qué tal la pinta?

miércoles, 21 de abril de 2010

Una nueva andadura

Dar a luz un proyecto. Entretejer pequeños fragmentos de sueños y de ideas. Un nacimiento siempre es algo esperado con ilusión. Me gustaría compartir éste con todos vosotros. Gracias por estar ahí.