jueves, 1 de diciembre de 2011

Tarta colmena para Luis

Esta tarta está inspirada en una de la maravillosa Debbie Brown. Mi niño grande, que adora los animales, siempre pide alguna tarta de este tipo. El año pasado fue el arca de Noé. Este año, decidimos que sería la colmena porque así él podía colaborar. En este caso, modelando las abejitas. Ya tiene siete años y es todo un caballerete. Cómo pasa el tiempo.



Tarta de Barbapapá para Diego

Los buenos dibujos animados no tienen edad ni fecha de caducidad. Los veíamos los papás y ahora los ven los hijos. A mis dos hijos les encantan los Barbapapás. Y son una maravilla con esa duración de cinco minutos por capítulo, que te da la posibilidad de darles el caprichito cuando no hay tiempo.
Para su cumpleaños, Diego me pidió una tarta de Barbapapá y fue tan solidario que la hicimos sin glúten. Uno de los invitados y la mamá de otra son celíacos y no queríamos que se quedaran sin su ración de dulce.


No puedo dejar de poner un detalle de las flores que Barbapapá le iba a ofrecer a Barbamamá porque son obra del cumpleañero. Lo pasa bomba ayudando en la cocina...


Tarta de Aelita para Jorge


Jorge cumplía cinco años. Hacía ya mucho tiempo que estaba "enamorado" de Aelita. No tuvo ninguna duda en el momento de elegir su tarta.
La verdad es que fue un momento muy emotivo por varias razones. En primer lugar porque es el "muy más mejor" amigo de mi hijo el pequeño, Diego. Estos dos siempre están igual: a veces se adoran y otras se matan. Un día son inseparables y el otro no quieren estar juntos. Se adoran y, el problema, sobre todo para su profesora, es que juntos son un pelín traviesos de más. En segundo lugar, lo fue por ver la cara que puso el niño al ver la tarta. En seguida se hizo con la figura y, literalmente, la devoró. En tercer lugar, porque tuve la suerte de cambiar esta tarta por un reloj de cocina hecho por Mari, la madre de la criatura, que es una verdadera artista, como podéis ver en la página que tiene: Las Crucecitas de Mari, http://www.lascrucecitasdemari.blogspot.com/.




miércoles, 30 de noviembre de 2011

Tarta para Brais y Joel, Joel y Brais


A Brais, que estudia Biología, le gusta mucho jugar a la PlayStation y los animales. A su hermano Brais, que vemos tan aplicado con su libro de Aritmética, le gusta la música, ir de compras y le encantaría viajar a Nueva York. Son hermanos, y mellizos, pero muy distintos. Aquí les veis en la tarta que su tía Yoli me pidió para ellos. Se había fijado en la que hice para un querido músico y, de esa idea, surgió esta tarta.
Tiene una gran novedad con respecto a la anterior: los bizcochos eran dos, alternándose: brownie de chocolate negro y brownie de chocolate blanco. Iban empapados en almíbar, rellenos de dulce de leche y cubiertos de ganaché de chocolate negro antes de cubrirse con fondant. Parece que los dos protagonistas, que alcanzaron la mayoría de edad, quedaron contentos.




Os debo la foto del corte, que pondré en cuanto me la hagan llegar.

Por fin, mi tortuga Gertrudis.


En fin, ésta, en realidad, es la tortuguita Chus, prima de la famosa Gertrudis. Y Chus se llama la persona que cumple años hoy y a quien se la van a regalar. Tiene un relleno superchocolatoso de mousse de chocolate (ay, Señor, por qué odiaré el chocolate negro). Jugosa, fresca y diciendo "cómeme". Hasta tiene la lengüita fuera, saboreando el brazo de gitano y la trufa...
¿Qué os parece?




Llegan los bombones Suchard

Buenos y dulces días. Hoy no entro para enseñaros ninguna obra culinaria ni para poneros ninguna receta. Hoy lo hago para recordar que la Navidad está aquí al lado.
Desde pequeñita, tenemos en casa turrón de chocolate de Suchard. Es el único que comemos, aparte del que hago en casa. Pues ahora hay un nuevo formato, en bombones, para tener en cada momento ya preparado el caprichito en su justa medida.
Ayer me llegó una cajita de Bopki con unos bomboncitos y unas cajitas metálicas chulísimas que se podrán conseguir comprando dos unidades.
Los que me tengáis más cerca, no os olvidéis de pedirme vuestro bombón pues los llevo en el bolso. Los cincuenta primeros (vale, ahora los cuarenta primeros, que ayer estuve repartiendo) podrán conseguir su prueba.
Gracias Bopki, gracias Suchard.





domingo, 20 de noviembre de 2011

Tarta para Herminia

Esta semana, nuestra pianista favorita cumplía años. Herminia, Jero para la familia, tiene una forma muy original de contar sus años: invierte los dígitos, los suma, los resta, juega con ellos,... En esta ocasión, eran 15 los que cumplía. Reunió un buen número de familia y amigos. Lo pasamos estupendamente y después "destripamos" el piano. Por cierto, Herminia se llevó de recuerdo el libro de ruso. Ahí fue donde nos conocimos, hace ya tantos años, estudiando ruso.




Rolling Pizza

Hay veces en que, de repente, recibimos una visita inesperada. No tenemos nada que poner. Abrimos la nevera e improvisamos. En esta ocasión, con un poco de harina, agua, aceite de oliva, levadura de panadería, tomate frito, jamón y queso, surgieron estas espirales de pizza. Un éxito asegurado. Algo tan sencillo como amasar, extender en rectángulo, colocar encima el tomate, el jamón y el queso y enrollar, cortando después en rodajitas y poniéndolo en papeles de magdalenas.

Hablando de otros temas, me he rendido a la evidencia de que me es imposible poner el blog al día, tengo demasiadas fotos de demasiadas tartas y "jitraiadas" dulces y saladas. Iré colgando temas, aunque no respondan a un orden cronológico.

domingo, 21 de agosto de 2011

Tarta para "Tony el niño"

Mi querida, queridísima Herminia, me encargó esta tarta para el cumpleaños de su hermano. Eran 90 años. Una cifra que bien merece una celebración por todo lo alto. Me describió al "ojomeneado" por teléfono y yo le hice unas cuantas preguntas más para completar la decoración. Mientras estuvo trabajando, Toñito fue sastre. Se le dio siempre perfectamente bien el inglés y su mujer (guapísima, según su cuñada) le llama Tony desde tiempos inmemoriales. Esos eran los datos principales. Y de ahí salió esta tarta. Lo de "el niño" es porque era el varón más pequeño de la familia.
Se trataba de dos bizcochos de chocolate, tipo brownie, empapados con almíbar de canela y limón y rellenos uno de swiss meringue buttercream de fresa y ganaché de chocolate negro antes de ponerle la capa de fondant y el otro relleno de dulce de leche y con el mismo dulce como "pegamento".
Acompañaban al conjunto unas galletas de almendra y mantequilla con la leyenda "El Niño cumple 90".
Felicidades de nuevo, familia.





Para un querido músico

Mi marido cumplió cuarenta años. Es una ocasión especial. Una decena que te da una perspectiva distinta. Fue complicado prepararle una fiesta sorpresa y citar a algunos amigos para cenar juntos. Tenía algún encargo, entre ellos la tarta pirata, así que no podía cocinar en casa por falta de tiempo y por miedo a que se descubriera el "tinglado".
En las fotos no se ve bien, pero el músico en cuestión lleva los ropajes de la Orquesta Sinfónica en la que está: frac negro, camisa blanca, chaleco blanco y pajarita del mismo color. El "ninot" fue indultado y ahora adorna la vitrina del salón. No íbamos a comernos al pobre cumpleañero...


¿Lo más difícil de esta tarta? Escribir las notas de las partituras valiéndome de un pincel de 00 y un bote de colorante en gel. Casi me llevó tanto como el resto de la decoración.

Hace mucho tiempo, conocí a un pirata...

Mi hijo pequeño se levanta con la misma canción con la que se acuesta. Una sobre un pirata que les enseñaron en el cole. "Hace mucho tiempo, conocí a un pirata con un parche negro y espada de lata; su barco tenía velas de papel y una sardinita era el timonel. Sobre la cubierta había un gran cañón (aunque él repite siempre camión en vez de cañón) pero disparaba balas de algodón. Escondió un tesoro pero no lo fue a buscar porque perdió el mapa para irse a jugar". No sé si alguien que lea el blog conocerá la cancioncilla pero, la verdad, es muy pegadiza, y con una especie de coreografía que dan ganas de comerse al niño en cuestión.
Espero que lo que sí se comieran fuera la tarta que la madrina de Martín quiso regalarle por su octavo cumpleaños. Muy chocolatosa y animada con un pirata (con su "camión" en la cubierta) y una sirena muy coquetuela ella.





domingo, 14 de agosto de 2011

¿Por qué hace más de dos meses que no puedo crear ninguna entrada?

Nunca os he hablado de Taina.
Taina era mi "niña peluda", algo más que un perro y, desde luego, no una simple mascota.
Taina llegó a mi vida hace ocho años. Compartíamos mucho más que una fecha de cumpleaños. Durante ocho años, me dio todo el cariño del mundo. Era la mejor, la más cariñosa, la más obediente.
Tendría anécdotas sobre ella como para llenar páginas. Quizás una de las que más demuestre su carácter dulce y cariñoso sea la de que fuera a llamarme y tirara de mí para llevarme ante mi hijo cada vez que mi bebé lloraba.
En junio, Taina nos dejó. Después de una enfermedad fulminante que en sólo dos días consiguió que casi no pudiera moverse. Aún no puedo explicarme qué fue lo que pasó.
Sé que muchos no me entenderán. Sobre todo si no han tenido un amigo de cuatro patas. Lo cierto es que, aún hoy, no puedo pensar en ella sin soltar alguna lágrima.
Taina significa, en ruso, secreto. Eso fue hasta que llegó a casa. Me acuerdo cuando lo hizo, con mes y medio de vida. Y luego, cuando comenzó a darme la patita, sobornándola con jamón serrano (lo confieso). Y cuando bajábamos a la plaza a que hiciera pis por la noche, con una pelota de tenis, y cómo corríamos con ella.
Necesitaba hacerle un pequeño homenaje a mi mejor amiga.
Taina, nunca te olvidaré, pequeña.
Ésta es Taina, al poco de llegar a la familia.

Terminó la carrera de Derecho conmigo.

¿Era o no era preciosa?

Nunca pongo fotos de mis niños. Hagamos una excepción.

Hasta siempre, mi niña.