Mi marido cumplió cuarenta años. Es una ocasión especial. Una decena que te da una perspectiva distinta. Fue complicado prepararle una fiesta sorpresa y citar a algunos amigos para cenar juntos. Tenía algún encargo, entre ellos la tarta pirata, así que no podía cocinar en casa por falta de tiempo y por miedo a que se descubriera el "tinglado".
En las fotos no se ve bien, pero el músico en cuestión lleva los ropajes de la Orquesta Sinfónica en la que está: frac negro, camisa blanca, chaleco blanco y pajarita del mismo color. El "ninot" fue indultado y ahora adorna la vitrina del salón. No íbamos a comernos al pobre cumpleañero...
¿Lo más difícil de esta tarta? Escribir las notas de las partituras valiéndome de un pincel de 00 y un bote de colorante en gel. Casi me llevó tanto como el resto de la decoración.
Te quedó estupenda!!!! menuda sorpresa se llevaría tu marido. Besiños
ResponderEliminarSí que se la llevó, sí. Estaba trabajando en otras tartas y no imaginaba que iba a haber fiesta con tarta para él.
ResponderEliminarMe encanta!!! Ya me imagino la cara del homenajeado...
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