Qué bien lo pasamos en el cumpleaños de Alejandro. Tuvimos de todo, hasta un violinista tocando el cumpleaños feliz ;)
La tarta era la archiconocida cara de Mickey Mouse. La cara en sí era de brownie de chocolate relleno de ganaché de chocolate negro y las orejas de bizcocho de plátano rellenos de frambuesa.
Para comenzar, en la mesa de los papás había profiteroles salados, de paté ibérico y de queso Philadelphia. Como picoteo dulce, esta larpeira "que no se salta un torero".
Feliz cumpleaños una vez más.
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