viernes, 13 de mayo de 2011

Una simple lámina de hojaldre...

Vienen invitados por sorpresa. No tengo nada para el café. ¿Qué haré? Hay que buscar una solución rápida y resultona...
En el congelador tengo hojaldre de Mercadona. Me encanta porque queda perfectamente cuadrado. No hay tiempo para descongelarlo de forma normal, media hora a temperatura ambiente. Mis invitados ya vienen de camino. Veinte segundos en el microondas y arreglado. Depende de la potencia que pongamos, puede ser menos. Mejor probar primero con diez. Después, papel de horno en la bandeja mientras precaliento a 200º.
Sin estirar ni nada, pongo la primera capa en el horno, tal cual, sin pinchar ni hacerle nada. Hasta que está doradito. Después, mientras la primera se enfría, hago lo mismo con la segunda.
Abro las dos láminas por la mitad, una vez frías, con lo que me salen cuatro láminas igualitas. Una de las dos partes de abajo será la base y la otra la terminación. Las dos que iban arriba en el horno, menos planitas, serán las capas de en medio. Entre capa y capa, alternando, nata recién montada (qué rápido se hace) y crema pastelera, que me sobró de los profiteroles del día anterior.
Un sacudido de azúcar glass, un pequeño adorno y... listo. ¿Qué tal queda con el café?


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